jueves, 12 de enero de 2012

Paráfrasis

Desde recién nacidos los bebés pueden aprenden a discernir entre dos lenguas si las ha escuchado previamente en el vientre materno. Esto hace que durante los primeros años de vida su cerebro se desarrolle con mayor flexibilidad, esté mejor “entrenado” y que los niños bilingües tengan una mayor capacidad para aprendizaje.
Investigadores de la Universidad de Washington han encontrado que el cerebro de los niños bilingües se mantiene más abierto y durante más tiempo al aprendizaje de las lenguas que el de los monolingües, además de mejorar otras capacidades como enriquecer las habilidades del habla, favorecer la toma de decisiones, el autocontrol y la resolución de problemas.
Esto se debe a que las conexiones cerebrales son diferentes en los bebés monolingües y bilingües durante su primer año de vida. Por tanto, estar expuestos a dos idiomas desde tan pequeños contribuye a que el cerebro presente ventajas cognitivas. Al haber escuchado antes y durante más tiempo el idioma presentan un mayor vocabulario más tarde.

Resumen
Las invetigaciones realizadas en Washington afirman que, el desarrollo de los niños que dominan dos idiomas es mejor que el de los que sólo hablan un idioma.
Sobre todo si el niño es expuesto desde el vientre materno a un segundo idioma y durante el primer año de vida.

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